¡Por fin! ¡Por fin un juego de Son Goku y compañía para batirnos en duelo con los amigos y vivir sus aventuras en nuestra propia piel! Eso es lo que dijimos todos cuando vimos anunciado el «previo» en la Hobby Consolas de este juego de Dragon Ball para la 16 bits de Nintendo. Bueno, quizá lo dijimos de manera menos cursi y más apasionada. Puede que con un sonoro y pronunciado «¡SÍ!».

La verdad es que la espera había sido larga, ya que aunque existían versiones anteriores para la consola o incluso previas para otras como la NES o Game Boy, en España era bastante difícil disfrutar de ellas, al menos en pequeñas ciudades donde no existían tiendas de importación. Pero aquí estaba: Un pomposo y preciosista reportaje (o no tanto) de pocas páginas pero que condensaban la esencia de lo que todos esperábamos: un juego de lucha de Dragon Ball.
En principio, los gráficos parecían bastante toscos y pobres, sin olvidarnos de que los personajes eran bastante pequeños. Pero (sobre todo) los fans de Dragon Ball no veíamos sprites poco definidos o que semejaban un diseño apresurado. Nosotros sólo veíamos a Goku con su traje anaranjado dispuesto a luchar, a Vegeta con su traje espacial dando puñetazos, a Freezer musculado en el zenit de su poder… veíamos lo que queríamos ver, eso está claro: Nuestra serie preferida, ésa que emulábamos en la escuela fingiendo poder volar y lanzar energía por nuestras manos, al alcance de nuestros pads.
Y en cierto modo la esencia del juego es ésa, aprovecharse del tirón de la serie para lanzar un juego mediocre, a pesar de ciertas características que podríamos considerar hasta como innovadoras. Más adelante comprobaríamos año tras año que esto iba a ser una norma en las licencias de Dragon Ball, producto mediocre con concepto bueno, hasta la llegada de la saga Budokai, con permiso de alguna que otra versión de 32 bits posterior que todos conocéis. Pero centrémonos.
En este título podemos manejar en un principio a 8 personajes míticos de la saga, a saber: Goku, Vegeta, Freezer (poder máximo), Piccolo, Célula (primera apariencia), Nº16, Nº18 y Nº20 (Dr. Guero). En efecto, el juego se sitúa como casi siempre en las temporadas que van desde la saga Sayan (aparición de Raditz, Vegeta y Nappa) hasta la saga Célula. De entrada pueden parecer muy pocos y en efecto así es; Una cantidad ridícula para unos 16 bits que podrían albergar bastantes más si los responsables hubiesen querido. Pero éstos no son los únicos personajes con los que podremos disfrutar, ya que en el modo historia, el más interesante sin duda, a medida que avancemos nos encontraremos con cinco personajes más que no podemos elegir (de momento): Goku, Vegeta, Gohan y Trunks en sus transformaciones en superguerreros del espacio espacial vegetariano y Célula en su forma definitiva (la que en la historia original conseguía tras absorber a Nº17 y Nº18), cuando se le conoce como «Perfect Cell» o Célula Perfecto. En efecto, cinco muñegotes nuevos, pero dos de ellos son poco más que un cambio en el diseño del pelo; Super Goku añade un perseguidor Ki y unas patadas bastante inútiles y pierde la Genkidama y la técnica Kaito. Pero lo de Super Vegeta es de traca: Es rubio. Ése es el cambio. Así que, en definitiva, el plantel de personajes es muy, muy mejorable, con unos gráficos toscos y poquísimos frames por luchador, que desde luego lucen mucho más en foto.
Del sonido sólo voy a decir un par de cosas: Se agradecen las voces originales en japonés en los 16 bits, las cuales se manifiestan al lanzar ataques especiales por ejemplo, pero ahí acaba la cosa, ya que el resto de efectos es digno de la NES. Sin más. La banda sonora, en cambio, muy decente. Y por momentos, épica y evocadora de la serie, a pesar de no ser la original.

Comprando figuras LED Dragon Ball a través de este enlace, nos ayudas un montón 🙂
Enlace al producto
La jugabilidad es para matarlos; Los personajes son lentos (y no estoy hablando únicamente de la versión PAL), saltan de forma tosca y los golpes se ejecutan muy despacio, salvo un puñado de ellos contados. La única manera de desplazarse rápidamente por la pantalla es con los botones L y R, pero mientras lo hacemos no podemos hacer nada más (al menos al desplazarnos hacia un enemigo lo golpearemos automáticamente). Los ataques especiales de más carisma como el Kame Hame Ha de Goku o el Masenko de Gohan se quedan en un pequeño haz de luz dirigido al adversario que no impresiona lo más mínimo. Aquí juega un papel importante la famosa «pantalla partida», que permite que los personajes se alejen uno de otro más allá de lo que permite la propia resolución y viene a ser una alternativa bastante decente a lo que podría ser un zoom. Es lo único que salva la jugabilidad del juego, el resto un bodrio en lo que respecta a manejabilidad y diversión. Y que el juego haya venido en francés… bueno, se acepta. Aunque será algo más sangrante en su secuela, la cual tiene mucho más texto que leer.
Los modos de juego tampoco son muchos. Pero aquí entendemos que un juego de lucha «uno contra uno» tampoco da para más: Modo Historia, Modo combate y Modo torneo. El primero, para un solo jugador, en el cual iremos combatiendo con nuestros enemigos uno tras otro y añadiendo algunos a nuestras filas para poder seleccionarlos en los combates posteriores. Empezamos con Goku contra Piccolo, en el combate que representa su mítica batalla en el torneo de artes marciales en el que Goku ganó por muy poquito. Después viene Vegeta a dar la brasa a nuestro planeta y lo podremos derrotar con Goku o con Piccolo (lo que decíamos antes de añadir personajes tras vencerlos), etc, hasta llegar a combatir contra Célula Perfecto. Combate tras combate, con un pequeño texto entre cada uno para ambientar la historia. Si nos acabamos este modo en el mayor nivel de dificultad, sin continuar y eligiendo los personajes adecuados para cada rival, a parte de aparecer Mr. Satan a hacer un poco el ridículo, podremos después seleccionar en los modos Combate y Torneo a cualquiera de los 13 personajes del juego. O eso, o hacemos el truquillo de turno para desbloquearlos nada más encender la consola, claro. El modo combate es el típico modo versus para dos jugadores: seleccionáis muñeco, escenario y a matarse. -Especial mención aquí a la posibilidad de equilibrar a los personajes en energía, daño, etc., para simular distintas etapas de la serie o simplemente para dar ventaja a jugadores más inexpertos-. El modo torneo, que se haría muy popular en futuras entregas, no es más que un modo versus de combates organizados por eliminatorias, donde pueden participar hasta ocho jugadores, tanto reales como manejados por la consola, «pasándose» los pads según proceda.
En definitiva, un «quiero y no puedo», un despilfarro de megas (16 tenía el cartucho, de los segundos más grandes para esta consola), pero que los incondicionales supimos disfrutar y lo podemos seguir haciendo esporádicamente, pero desde luego para quien no siga fervientemente las aventuras de Goku y Vegeta, tiene estupendísimas alternativas en el mundo de la lucha de píxeles en Super NES. Sin ir más lejos, la saga Street Fighter o Mortal Kombat.
GRÁFICOS: 60 SONIDO: 70 JUGABILIDAD: 50
NOTA GLOBAL: 60
(Para fans, puede que un poquito más)
Dark